Page 39 - Demo
P. 39


                                    No.23 | Julio 202539V o z de I r %u00e1 nIr%u00e1n, en su leg%u00edtimo derecho a la autodefensa, respondi%u00f3 a los ataques israel%u00edes con una serie de contraataques certeros, que demostraron su capacidad de resistencia frente a una potencia militar respaldada por aliados occidentales, pero que demostr%u00f3 al mundo la vulnerabilidad sionista y su endeble %u201cdomo de hierro%u201d. La narrativa internacional, dominada por intereses geopol%u00edticos, a menudo retrata a Ir%u00e1n como el agresor, ignorando que fue Israel quien lanz%u00f3 el primer golpe, bombardeando no solo objetivos militares, sino tambi%u00e9n infraestructura civil, incluyendo hospitales y zonas residenciales en Teher%u00e1n. Estos actos, que dejaron decenas de mujeres y ni%u00f1os entre las v%u00edctimas, no pueden calificarse de otra manera que, como cr%u00edmenes de guerra, propios de un estado que act%u00faa con impunidad y desd%u00e9n por el derecho internacional y que gusta de atacar a mujeres y ni%u00f1os alrededor del mundo, tal como lo hace actualmente en Gaza.La acusaci%u00f3n de que Ir%u00e1n viol%u00f3 el alto al fuego, promovida por el ministro de Defensa israel%u00ed, carece de fundamento s%u00f3lido. Medios iran%u00edes negaron categ%u00f3ricamente haber disparado misiles tras la entrada en vigor de la tregua, y el propio presidente iran%u00ed afirm%u00f3 que su pa%u00eds detendr%u00eda las hostilidades si Israel hac%u00eda lo mismo. Este compromiso con la paz, a pesar de la agresi%u00f3n sufrida, refleja la postura de un pa%u00eds que busca proteger su soberan%u00eda y su derecho a un programa nuclear civil, sin aspiraciones armament%u00edsticas, como lo reiter%u00f3 el presidente iran%u00ed en su mensaje a la naci%u00f3n. Por el contrario, Israel justific%u00f3 su ofensiva como una acci%u00f3n preventiva contra una supuesta amenaza nuclear, una narrativa que carece de pruebas cre%u00edbles y que hist%u00f3ricamente ha servido para justificar intervenciones militares en la regi%u00f3n.El saldo humano y material de esta guerra es desgarrador. En Ir%u00e1n, la destrucci%u00f3n de infraestructura clave, como el cuartel general de la Marina, ministerios y el aeropuerto internacional de Mashhad, junto con la muerte de civiles, cient%u00edficos y militares, ha generado un profundo dolor, pero tambi%u00e9n una renovada determinaci%u00f3n. Cientos de miles de iran%u00edes salieron a las calles de Teher%u00e1n para apoyar a sus fuerzas armadas, mostrando una unidad que contrasta con la imagen de un pa%u00eds desestabilizado que Israel y sus aliados intentan proyectar. En Israel, los ataques iran%u00edes causaron da%u00f1os en ciudades como Beerseba y Tel Aviv, con al menos 60 heridos y varias v%u00edctimas fatales, incluyendo una mujer que muri%u00f3 de un ataque al coraz%u00f3n mientras buscaba refugio. Sin embargo, aunque la desproporci%u00f3n parezca evidente, Israel que supuestamente cuenta con sistemas de defensa avanzados, no interceptaron la mayor%u00eda de los proyectiles iran%u00edes, Ir%u00e1n enfrent%u00f3 una ofensiva devastadora, pero respondi%u00f3 contundentemente el ataque sionista y dejar%u00e1 un recuerdo en la genocida rep%u00fablica israel%u00ed.La comunidad internacional, liderada por voces como el secretario general de la ONU, ha instado a ambas partes a respetar la tregua, reconociendo el sufrimiento de los pueblos de ambos pa%u00edses. Sin embargo, es imperativo se%u00f1alar que la responsabilidad principal recae en Israel, cuyo historial de agresiones en la regi%u00f3n, incluyendo la ocupaci%u00f3n y los bombardeos continuos en Gaza, donde m%u00e1s de 56,000 personas han muerto desde octubre de 2023, revela un patr%u00f3n de violencia sistem%u00e1tica contra civiles. Llamar a Israel un estado genocida no es una exageraci%u00f3n, sino una descripci%u00f3n precisa de un r%u00e9gimen que, bajo el pretexto de la autodefensa, perpet%u00faa masacres y despoja a los pueblos de sus derechos fundamentales.Ir%u00e1n, por su parte, ha demostrado una resistencia heroica. A pesar de las p%u00e9rdidas, su pueblo se mantiene firme, defendiendo su derecho a la autodeterminaci%u00f3n y a un programa nuclear civil que busca avanzar en la ciencia y el desarrollo, no en la guerra. La reapertura parcial del espacio a%u00e9reo iran%u00ed y el regreso de miles de ciudadanos a sus hogares tras huir de los bombardeos son se%u00f1ales de una naci%u00f3n que, aunque herida, no se doblega. La disposici%u00f3n de Ir%u00e1n a volver a la mesa de negociaciones con Estados Unidos para discutir su programa nuclear demuestra un compromiso con la diplomacia, en contraste con la beligerancia de Israel, que contin%u00faa amenazando con nuevos ataques si Ir%u00e1n persigue sus derechos leg%u00edtimos.La tregua actual, aunque fr%u00e1gil, ofrece una oportunidad para reflexionar sobre la necesidad de un orden internacional m%u00e1s justo, donde ning%u00fan estado pueda actuar con impunidad. La comunidad global debe exigir responsabilidades a Israel por sus acciones y apoyar el derecho de Ir%u00e1n a defenderse y a desarrollar su potencial pac%u00edfico. Mientras los iran%u00edes trabajan por reconstruir su naci%u00f3n, el mundo no puede seguir ignorando la verdadera amenaza que es el estado sionista de Israel: un estado que, lejos de buscar la paz, parece encontrar placer en la destrucci%u00f3n y el sufrimiento de los m%u00e1s vulnerables.
                                
   33   34   35   36   37   38   39   40   41   42   43