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43V o z de I r %u00e1 nquienes por horas han hecho la procesi%u00f3n. Mientras me dieron una gran cuchara para remover una olla gigante con el delicioso arroz iran%u00ed y servir en envases peque%u00f1os que luego ser%u00edan repartidos afuera bajo un inclemente sol de verano, realmente rescat%u00e9 el valor del servicio que estos hombres y mujeres iran%u00edes pon%u00edan de manifiesto, mientras recordaban lo dif%u00edcil que fue para Imam Hussein (P) y sus hombres de batalla el contexto de su lucha, quienes pasaron sed y hambre sin poder ser saciados. Como extranjero y latinoamericano, reconozco que muchos de los intrumentos y representaciones simb%u00f3licas utilizadas durante el Muharran, as%u00ed como el ritmo del %u201c%u00a1tan, tan!%u201d, %u201c%u00a1tum, tum!%u201d, %u201c%u00a1trom, trom!%u201dde los tambores que retumban en mis o%u00eddos durante el caminar, me generan una sensaci%u00f3n extra%u00f1a e interesante. Mientras intento registrar todo con mi c%u00e1mara y probar tambi%u00e9n el agua con azafr%u00e1n que refresca y endulza las horas de ceremonia.Pero sin duda alguna un instrumento que capta mi mirada y rescato en estas l%u00edneas es el %u201cALAM%u201d. Veo a un grupo de j%u00f3venes de diversas edades levantar en conjunto, esta especie de estandarte de metal pesado, con plumas y banderas coloridas entre el verde que representa las t%u00fanicas de Imam Hussein (P) y el color del Islam, el rojo que significa la sangre derramada por Hussein (P) y sus compa%u00f1eros y el negro que es repeto por el luto; as%u00ed enfocan y exhiben el sacrificio de su martirio por hacer justicia. No soy iran%u00ed, ni musulm%u00e1n, pero puedo sentir en mi coraz%u00f3n el dolor de las l%u00e1grimas de muchos de mis amigos, conocidos y desconocidos iran%u00edes en medio de las ceremonias el d%u00eda de Ashura. Un ambiente triste, pero a la vez que parece glorificarse porque el recuerdo de la lucha de Hussein (P) sigue vigente. La batalla de Hussein (P) contra la opresi%u00f3n parece repetirse c%u00edclicamente en la historia de esta naci%u00f3n y el mundo musulm%u00e1n.Cada Muharram ha dejado algo especial en mi conocimiento y el valor que le tengo a esta tierra y su gente. Pero en este a%u00f1o 2025 o 1404, seg%u00fan el calendario de la h%u00e9jira solar, ha sido muy particular. Parece incre%u00edble que tan pronto culmin%u00f3 No.23 | Julio 2025